Nos visitan

Después del agotador viaje a Shanghai-Suzhou-Wuxi y Hangzhou estábamos preparados para recibir la visita de nuestra querida Chen Shifu, Hong Li para los amigos. El plan era llevarla a los sitios más populares de Mongolia Interior y darle de comer lo que todo visitante debe probar en Hohhot.

– El primer día, como buenos anfitriones, fuimos a recogerla al aeropuerto, la llevamos a que dejase sus cosas y nos fuimos a cenar los míticos yang rou chuan 羊肉串, es decir, pinchos morunos de cordero al estilo Xinjianés. Los xinjianeses son esos tipos chinos que no parecen chinos sino árabes y cuyos platos no picantes, pican  igualmente. La cena fue de lo más internacional, con una finlandesa que hablaba mil idiomas, entre ellos español, tres españoles (los únicos de Hohhot)  y una china.
– Al día siguiente nos levantamos súper temprano y tiramos millas hacia el desierto de Xiang Sha Wan 响沙湾,  donde Afura ha prometido hacer la croqueta algún día. Una vez allí, estuvimos haciendo un rato el gamba y nos deslizamos por las dunas un par de veces.

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Tianjin o como viajar con chinos y no morir en el intento.

La semana pasada tuvieron lugar nuestras primeras vacaciones reales en China. Digo reales porque aquí si les da por hacer fiesta un lunes te ponen clase el sábado para compensar. Nos hubiera gustado usarlas para viajar a algún destino exótico de esos que anuncia la tele china pero por suerte o por desgracia las teníamos prometidas a nuestros compis chinos. De hecho, la primera cosa que nos dijeron según llegamos fue: «La primera semana de mayo hay un evento de Shuai Jiao y estáis invitados». Léase obligados a ir. En principio la cosa no tenía porque pintar del todo mal salvo por el pequeño detalle de pasar una semana viajando con chinos. La cosa fue más o menos así…

Para los que no sepan que es el Shuai Jiao (摔跤), el Shuai Jiao es un arte marcial chino parecido al Judo y, dependiendo de quien te cuente la historia, se supone que fue el origen de, entre otros, el Judo, el Jiu-Jitsu y el Taekwondo.

Sabado 8:00. Con legañas como caballos esperamos a la llegada de nuestros amigos chinos los cuales llevan más de una hora de retraso. Es lógico, a esas horas hay mucho trafico y ellos viven a…500 metros de nosotros. Por fin aparecen y traen una sorpresa, un viajante extra. Al parecer la noche anterior alguien les llamó y les encasqueto a su nieto. Bueno, 5 en un coche para 400km no era lo más incomodo que había vivido la verdad. Nos comemos una hora hasta salir de Hohhot y según pisamos carretera vemos esto:

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